En mi afán por aprender mi profesión del mejor inversor de la historia, descubrí qué tienen en común los inversores más rentables y longevos, quiénes eran y qué habían hecho para llegar a serlo.
¿Qué tienen en común los inversores más rentables y longevos?
Hace unos meses, cayó en mis manos uno de esos gráficos que marcan tu carrera.
Un estudio concienzudo de sus estrategias de inversión, me enseñó que todo depende de dos cosas: tener suerte y una filosofía de inversión.
Lo primero, lo descubrí leyendo a George Soros (17% de rentabilidad anual superior al S&P500 durante los últimos 40 años), quien nunca contrata a nadie que tenga mala suerte. Lo segundo, quisiera compartirlo con vosotros.
¿Qué tienen en común los mejores?
Los inversores que se muestran en el gráfico tienen una fe ciega en su estrategia.
Básicamente, las estrategias que plantean se dividen en dos grupos: los fundamentales y los macroeconomistas. Los fundamentales, como Buffet o Graham, plantean sus inversiones en base a un método de evaluación que mide el valor intrínseco, aquel que toma en consideración factores económicos, financieros y otros cuantitativos o cualitativos. Los macroeconomistas (inversores) se basan en el análisis de la situación económica y política de varios países para tomar participación en inversiones de cualquier tipo y en cualquier dirección, bien al alza (largos) o a la baja (cortos). Los inversores macro son un grupo reducido representado en el gráfico por Soros, Druckenmiller, Rogers y Robertson, y llevan menos tiempo aplicando su estrategia de inversión, excepto Soros.
Todos los inversores desprenden una disciplina férrea.
Pueden estar meses perdiendo dinero, apostando por un activo, hasta que recupera y obtiene el resultado deseado. Algunos los llegan a tildar de “locos”, pero, acaban saliéndose con la suya porque sus inversiones se basan en un análisis profundo de los datos y la realidad que los rodea. Tienen una visión a muy largo plazo y están dispuestos a perder y aprender de los errores.
Aunque los mejores inversores son conocidos por sus aciertos más sonados, todos aplican el principio más fundamental de la inversión: la diversificación
¿En qué diversifican? Principalmente, sus inversiones se realizan en mercados de capitales organizados, como la bolsa o los mercados de renta fija. Sin embargo, todos tienen un alto porcentaje de su cartera en mercados de capitales menos eficientes, tales como, private equity (capital riego), activos reales (inmobiliario y materias primas) e inversiones alternativas de retorno absoluto, que generan rentabilidades moderadas, pero consistentes en el tiempo, con independencia de la evolución de los mercados (descorrelacionados). Algo que sorprende cuando un curioso estudia estas carteras es la gran cantidad de liquidez, hasta el 50%, que tienen en determinados momentos. La realidad demuestra que las oportunidades hay que aprovecharlas y sin dinero es imposible invertir.
Estos inversores tienen un enfoque innovador.
Pero, mirando a lo ocurrido las últimas décadas, ninguno sigue la máxima de John Maynard Keynes según la cual “el arte de la prudencia nos enseña que es mejor para la propia reputación fracasar de manera convencional que conseguir el éxito de forma no convencional”. De los inversores que aparecen en el gráfico, no conozco ninguno que se pase las horas detrás de una pantalla (o dos). Todos hacen “mucho pasillo”, tienen un contacto activo con el exterior, cultivan las relaciones sociales, por el bien del conocimiento de lo que ocurre a su alrededor y, sobretodo, en aquellas economías/empresas en las que invierten.
Son inconformistas
Como puede observarse, las rentabilidades que obtienen están comparadas con el índice S&P 500, el índice de referencia de la principal bolsa de renta variable de los Estados Unidos. En concreto, las cifras mostradas reflejan el porcentaje de rentabilidad por encima del mercado americano. Y es que este grupo de inversores son, sobre todo, inconformistas con la situación actual y las rentabilidades esperadas.
Son pacientes.
Me refiero a que no basan su estrategia de inversión en el clásico análisis rentabilidad-riesgo combinado con el ciclo económico, sino que, más bien, detectan ineficiencias de valoración (precio de mercado frente a su valor) en un activo determinado, de cualquier tipo, y hacen su apuesta. Ello les lleva a volcarse en la búsqueda de ineficiencias o a esperar, si no encuentran ninguna.
Tienen asesores externos para una parte sustancial de la cartera
Por último, y nunca dejará de sorprenderme, estos inversores tienen asesores externos para una parte sustancial de la cartera. Y es que uno no puede ser maestro en todas las materias y, cuando operas en mercados menos eficientes o distantes, lo mejor es dejarse asesorar por el experto. Valga este último apunte para aquellos que piensan que saben lo que va a ocurrir en la bolsa durante los próximos meses y se dedican a labores que no tienen nada que ver con los mercados de capitales. ¡Déjense asesorar!
Raúl Aznar es socio-director de la EAFI independiente del mismo nombre, fundador de AZNAR Patrimonio, un multi-family office.